martes, 31 de marzo de 2009

Coloquio


Había muerto yo por la Belleza;
me cercaban silencio y soledad,
cuando dejaron cerca de mi huesa
a alguno que murió por la Verdad.

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En el suave coloquio que entablamos,
vecinos en la lúgubre heredad,
me dijo y comprendí: Somos hermanos
una son la Belleza y la Verdad.

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Y así, bajo la noche, tras la piedra,
dialogó nuestra diáfana hermandad
hasta que el rostro nos cubrió la yedra
y los nombres borró la eternidad.

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Emily Dickinson



Reseña biográfica

Poeta norteamericana nacida en Amherst, Massachusetts en 1830.
Hija y nieta de prominentes figuras políticas e intelectuales, fue educada en un ambiente puritano y estricto que la convirtió en una persona solitaria y nostálgica. Durante su vida rara vez salió de casa y sus amistades fueron escasas; sin embargo, entre las pocas personas que frecuentó, tuvo especial aprecio por el Reverendo Charles Wadsworth, quien tuvo un impacto enorme sobre sus pensamientos y su poesía. Admiró también a los poetas Robert y Elizabeth Barrett Browning, así como a John Keats.
Aunque su producción poética fue muy amplia, sólo fue editada en 1890 después de su muerte, ocurrida en el año de 1886 en la ciudad de Amherst.

lunes, 30 de marzo de 2009

El canto de la miel


La miel es la palabra de Cristo,
el oro derretido de su amor.
El más allá del néctar,
la momia de la luz del paraíso.

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La colmena es una estrella casta,
pozo de ámbar que alimenta el ritmo
de las abejas. Seno de los campos
tembloroso de aromas y zumbidos.

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La miel es la epopeya del amor,
la materialidad de lo infinito.
Alma y sangre doliente de las flores
condensada a través de otro espíritu.

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(Así la miel del hombre es la poesía
que mana de su pecho dolorido,
de un panal con la cera del recuerdo
formado por la abeja de lo íntimo)

__

La miel es la bucólica lejana
del pastor, la dulzaina y el olivo,
hermana de la leche y las bellotas,
reinas supremas del dorado siglo.

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La miel es como el sol de la mañana,
tiene toda la gracia del estío
y la frescura vieja del otoño.
Es la hoja marchita y es el trigo.

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¡Oh divino licor de la humildad,
sereno como un verso primitivo!

__

La armonía hecha carne tú eres,
el resumen genial de lo lírico.
En ti duerme la melancolía,
el secreto del beso y del grito.

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Dulcísima. Dulce. Este es tu adjetivo.
Dulce como los vientres de las hembras.
Dulce como los ojos de los niños.
Dulce como las sombras de la noche.
Dulce como una voz. O como un lirio.

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Para el que lleva la pena y la lira,
eres sol que ilumina el camino.
Equivales a todas las bellezas,
al color, a la luz, a los sonidos.

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¡Oh! Divino licor de la esperanza,
donde a la perfección del equilibrio
llegan alma y materia en unidad
como en la hostia cuerpo y luz de Cristo.

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Y el alma superior es de las flores,
¡Oh licor que esas almas has unido!
El que te gusta no sabe que traga
un resumen dorado del lirismo.

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Federico García Lorca



Reseña biográfica

Poeta español nacido en Fuentevaqueros, Granada en 1898.
Estudió Letras en la Universidad de Granada y Música con Manuel de Falla. Fue una de las puntas del triángulo surrealista formado por él, Salvador Dalí y Luis Buñuel, atraídos por el significado del manifiesto surrealista de André Bretón. Considerado uno de los grandes poetas del siglo XX, murió asesinado en Granada en 1936.

domingo, 29 de marzo de 2009

¡Oh, tardes adorables!


¡Oh, tardes adorables de aquel lejano estío!
¡Oh, siesta de mis sueños sobre su pecho en flor!
Venid rasgando brumas y sombras de mi olvido
a orar cabe el sepulcro de aquel perdido amor...

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Orad en el divino lenguaje del silencio
por todos los ensueños de aquella casta edad,
doliente margarita que aquellos blancos dedos
acaso no recuerdan que deshojaron, ya...

__

¡Oh, tardes adorables de aquel lejano estío!
Volar de blancos besos en alas del idilio,
arrullos de las almas bajo el sereno azul...

__

Quiméricas visiones de mi universo efímero,
¡traed a los oscuros rincones de mi olvido
blancas reminiscencias de aromas y de luz!

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Federico Bermúdez y Ortega



Reseña biográfica

Nació en San Pedro de Macorís, República Dominicana. Siendo aún muy joven, comenzó a escribir versos. Más tarde colaboró en las revistas literarias más importantes de su tiempo, como "La Cuna de América", "Renacimiento" y "Letras". Llegó a dirigir en su ciudad natal la revista "Mireya".
Quizás la colección más conocida, aunque no necesariamente más la importante, de su creación literaria, sea "Los Humildes" (1916), dada su inclinación a favorecer siempre a los pobres y los más destituidos en la sociedad en que le tocó vivir. Alcanzó el encomio de la crítica. Publicó también: "Oro Virgen", (1910); "Las Liras del Silencio", (1923) y otras. En "Oro Virgen" y en "Líricas del Silencio", nos encontramos frente a un Bermúdez de tono, forma y contenido esencialmente modernista.
Murió en la misma ciudad que lo vio nacer, San Pedro de Macorís (1884 – 1921)

Poema "Primer libro de La Galatea"


Mientras que al triste, lamentable acento
del mal acorde son del canto mío,
en eco amarga de cansado aliento,
responde el monte, el prado, el llano, el río,
demos al sordo y presuroso viento
las quejas que del pecho ardiente y frío
salen a mi pesar, pidiendo en vano
ayuda al río, al monte, al prado, al llano.
Crece el humor de mis cansados ojos
las aguas de este río, y de este prado
las variadas flores son abrojos
y espinas que en el alma s'han entrado.
No escucha el alto monte mis enojos,
y el llano de escucharlos se ha cansado;
y así, un pequeño alivio al dolor mío
no hallo en monte, en llano, en prado, en río.
Creí que el fuego que en el alma enciende
el niño alado, el lazo con que aprieta,
la red sutil con que a los dioses prende,
y la furia y rigor de su saeta,
que así ofendiera como a mí me ofende
al sujeto sin par que me sujeta;
mas contra un alma que es de mármol hecha,
la red no puede, el fuego, el lazo y flecha.
Yo sí que al fuego me consumo y quemo,
y al lazo pongo humilde la garganta,
y a la red invisible poco temo,
y el rigor de la flecha no me espanta.
Por esto soy llegado a tal extremo,
a tanto daño, a desventura tanta,
que tengo por mi gloria y mi sosiego
la saeta, la red, el lazo, el fuego.

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Miguel de Cervantes Saavedra



Reseña biográfica

El insigne escritor, gloria de las letras españolas, nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares (Madrid).
Con poco más de veinte años se fue a Roma al servicio del cardenal Acquaviva. Recorrió Italia, se enroló en la Armada Española y en 1571 participó con heroísmo en la batalla de Lepanto, "la más grande ocasión que vieron los siglos". En la batalla de Lepanto, que es donde comienza el declive del poderío turco en el Mediterráneo, formaban el frente cristiano: la marina española; el estado del Vaticano; y el estado de Venecia. Allí fue en donde Cervantes, a consecuencia de un disparo de arcabuz recibido en el pecho y en el brazo izquierdo, perdió gran parte de la movilidad de éste, por lo que fue llamado el Manco de Lepanto.
El 26 de septiembre de 1575, cuando regresaba a España, los corsarios asaltaron su barco en la desembocadura del río Ródano, le apresaron y llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio.
En 1605 publica la primera parte del Quijote; el éxito dura poco. En 1606 regresa a Madrid, en donde vive con apuros económicos y se entrega a la creación literaria. En sus últimos años publica las "Novelas ejemplares" (1613), el "Viaje del Parnaso" (1614), "Ocho comedias y ocho entremeses" (1615) y la segunda parte del Quijote (1615). El triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas. Dedicó sus últimos meses de vida a "Los trabajos de Persiles y Segismunda" (de publicación póstuma, en 1617). Murió en Madrid el 23 de abril de 1616 y fue enterrado de caridad.
Aunque la verdadera y merecida fama, le viene a Miguel de Cervantes por su inmortal novela de don Quijote de la Mancha y por otras novelas de menor repercusión, no está mal conocer también la dimensión de gran poeta del Siglo de Oro español, que por derecho le corresponde, y al que en su tiempo fue galardonado con los apelativos popularmente otorgados de "Fénix de los Ingenios" y "Príncipe de las Letras Españolas".

viernes, 27 de marzo de 2009

La hormiga


Sin saber que es domingo, ruidoso día de fiesta,
va llevando su carga la minúscula hormiga:
el trozo de una hoja en perfilada cresta
colúmpiase oscilante sin impedir que siga.

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Apenas se apresura, que caminar le cuesta,
y se esfuerza consciente pues el deber la obliga,
prosiguiendo el sendero, pese a tal lastre, enhiesta,
pero sin detenerse ni demostrar fatiga.

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¿Cómo sigue su rumbo el portentoso insecto,
conociendo infalible la dirección que toma?
¿Qué indicios lo conducen por previsto trayecto
y alcanzar sin perderse el lugar donde vive?
¿Será acaso la brisa? ¿O tal vez el aroma?
¿Quizá la propia tierra por su altura o declive?
¿Cuál será la conciencia de un obrar tan perfecto?

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Marilina Rébora



Reseña biográfica

Marilina Rébora (1919-1999) nació y murió en Buenos Aires (Argentina). Estudió dibujo y pintura junto a Ernesto Riccio, Vicente Puig, Susana Aguirre y Horacio Butler. Expuso sus obras en diversos salones y se halla representada en dos museos provinciales. Paralelamente desarrolló su carrera literaria. Sus primeros poemas datan de 1936, 1937 -algunos en idioma francés como Les étoiles que j’aime, Madame la lune y Mon petit rêve- y 1938. Colaboró en el diario “La Prensa” de Buenos Aires, donde fueron publicados varios de sus poemas. Su primer libro Los días de los días (1969) tuvo gran acogida y elogiosos comentarios por parte de críticos y gente de letras. A él siguieron Libro de estampas (1972), El Río Azul (1975), Tiempos de la vida (1975), Las confidencias (1978), Animalerías (1980), El Lagarto estaba harto (1986) y No me llames poeta (2001)

jueves, 26 de marzo de 2009

Misterio


En sueños te conocí,
y, del amor peregrino,
he adivinado el camino
para llegar hasta ti.
Tras de aquel sueño corrí
con el dulce y loco empeño
de ser tu esclavo y tu dueño...
Pero aún tú no me contaste
por qué camino llegaste
a penetrar en mi sueño.

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Manuel Machado



Reseña biográfica

Poeta español nacido en Sevilla en 1874.
Junto a su hermano Antonio estudió en la Institución Libre de Enseñanza en unos años en que sucedieron varias desgracias familiares. A los veintitrés años obtuvo su Licenciatura de Filosofía y Letras y se trasladó a París donde trabajó como traductor de Casa Garnier.
A su regreso a España se hizo cargo de la Biblioteca Nacional y desde 1938 en plena guerra civil, fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua.
Entre sus obras más destacadas figuran «Cadencias de Cadencias» y «Horario».
Falleció en 1947.

miércoles, 25 de marzo de 2009

A un pesimista


Hay demasiada sombra en tus visiones,
algo tiene de plácido la vida,
no todo en la existencia es una herida
donde brote la sangre a borbotones.
La lucha tiene sombra, y las pasiones
agonizantes, la ternura huída,
todo lo amado que al pasar se olvida
es fuente de angustiosas decepciones.
Pero, ¿por qué dudar, si aún ofrecen
en el remoto porvenir oscuro
calmas hondas y vívidos cariños
la ternura profunda, el beso puro
y manos de mujer, que amantes mecen
las cunas sonrosadas de los niños?

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José Asunción Silva



Reseña biográfica

Poeta y novelista colombiano nacido en Bogotá en 1865.
Fue el precursor del modernismo en Colombia y está justamente considerado como el más importante poeta de Colombia y uno de los más importantes poetas de latinoamérica.
Romántico y modernista, autor de la novela «De sobremesa», perdió parte de su obra literaria en un naufragio, un año antes de su trágica muerte.
Se quitó la vida en 1896.

martes, 24 de marzo de 2009

Las abarcas desiertas


Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

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Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

__

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

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Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

__

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

__


Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

__


Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

__

Toda la gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

__

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y un mundo de miel.

__

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

__

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

____

Miguel Hernández



Reseña biográfica

Poeta español nacido en Orihuela, Alicante, en 1910.
Hijo de campesinos, desempeñó entre otros oficios, el de pastor de cabras. Guiado por su amigo Ramón Sijé, se inició en la poesía desde los veinte años; publicó su primer libro «Perito en lunas» en 1933 y posteriormente, los sonetos agrupados en «El rayo que no cesa», marcaron la experiencia amorosa del poeta.
Durante la guerra civil militó muy activamente en el bando republicano como Comisario de Cultura, siendo encarcelado y condenado a muerte al terminar el conflicto. Antes de morir, enfermo y detenido, publica su última obra,
«Cancionero y romancero de ausencias».
Falleció en 1942.

lunes, 23 de marzo de 2009

Finjamos que soy feliz


Finjamos que soy feliz,
triste pensamiento, un rato;
quizá podréis persuadirme,
aunque yo sé lo contrario,
que pues sólo en la aprehensión
dicen que estriban los daños,
si os imagináis dichoso
no seréis tan desdichado.

__

Sírvame el entendimiento
alguna vez de descanso,
y no siempre esté el ingenio
con el provecho encontrado.
Todo el mundo es opiniones
de pareceres tan varios,
que lo que el uno que es negro
el otro prueba que es blanco.

__

A unos sirve de atractivo
lo que otro concibe enfado;
y lo que éste por alivio,
aquél tiene por trabajo.

__

El que está triste, censura
al alegre de liviano;
y el que esta alegre se burla
de ver al triste penando.

__

Los dos filósofos griegos
bien esta verdad probaron:
pues lo que en el uno risa,
causaba en el otro llanto.

__

Célebre su oposición
ha sido por siglos tantos,
sin que cuál acertó, esté
hasta agora averiguado.

__

Antes, en sus dos banderas
el mundo todo alistado,
conforme el humor le dicta,
sigue cada cual el bando.

__

Uno dice que de risa
sólo es digno el mundo vario;
y otro, que sus infortunios
son sólo para llorados.

__


Para todo se halla prueba
y razón en qué fundarlo;
y no hay razón para nada,
de haber razón para tanto.

__

Todos son iguales jueces;
y siendo iguales y varios,
no hay quien pueda decidir
cuál es lo más acertado.

__

Pues, si no hay quien lo sentencie,
¿por qué pensáis, vos, errado,
que os cometió Dios a vos
la decisión de los casos?

__

O ¿por qué, contra vos mismo,
severamente inhumano,
entre lo amargo y lo dulce,
queréis elegir lo amargo?

__


Si es mío mi entendimiento,
¿por qué siempre he de encontrarlo
tan torpe para el alivio,
tan agudo para el daño?

__

El discurso es un acero
que sirve para ambos cabos:
de dar muerte, por la punta,
por el pomo, de resguardo.

__

Si vos, sabiendo el peligro
queréis por la punta usarlo,
¿qué culpa tiene el acero
del mal uso de la mano?

__

No es saber, saber hacer
discursos sutiles, vanos;
que el saber consiste sólo
en elegir lo más sano.

__

Especular las desdichas
y examinar los presagios,
sólo sirve de que el mal
crezca con anticiparlo.

__

En los trabajos futuros,
la atención, sutilizando,
más formidable que el riesgo
suele fingir el amago.

__

Qué feliz es la ignorancia
del que, indoctamente sabio,
halla de lo que padece,
en lo que ignora, sagrado!

__

No siempre suben seguros
vuelos del ingenio osados,
que buscan trono en el fuego
y hallan sepulcro en el llanto.

__


También es vicio el saber,
que si no se va atajando,
cuando menos se conoce
es más nocivo el estrago;
y si el vuelo no le abaten,
en sutilezas cebado,
por cuidar de lo curioso
olvida lo necesario.

__

Si culta mano no impide
crecer al árbol copado,
quita la sustancia al fruto
la locura de los ramos.

__

Si andar a nave ligera
no estorba lastre pesado,
sirve el vuelo de que sea
el precipicio más alto.

__

En amenidad inútil,
¿qué importa al florido campo,
si no halla fruto el otoño,
que ostente flores el mayo?

__

¿De qué sirve al ingenio
el producir muchos partos,
si a la multitud se sigue
el malogro de abortarlos?

__

Y a esta desdicha por fuerza
ha de seguirse el fracaso
de quedar el que produce,
si no muerto, lastimado.

__

El ingenio es como el fuego,
que, con la materia ingrato,
tanto la consume más
cuando él se ostenta más claro.

__

Es de su propio Señor
tan rebelado vasallo,
que convierte en sus ofensas
las armas de su resguardo.

__


Este pésimo ejercicio,
este duro afán pesado,
a los ojos de los hombres
dio Dios para ejercitarlos.

__

¿Qué loca ambición nos lleva
de nosotros olvidados?
Si es para vivir tan poco,
¿de qué sirve saber tanto?
¡Oh, si como hay de saber,
hubiera algún seminario
o escuela donde a ignorar
se enseñaran los trabajos!

__

¡Qué felizmente viviera
el que, flojamente cauto,
burlara las amenazas
del influjo de los astros!

__

Aprendamos a ignorar,
pensamiento, pues hallamos
que cuanto añado al discurso,
tanto le usurpo a los años.

____

Sor Juana Inés de la Cruz



Reseña biográfica

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca (México). Fue hija de padre vasco
y madre mexicana. Tocóle en suerte vivir una época en que la literatura nacional era copia, más o menos fiel, de la española; culteranismo, estilo que se agudiza en gongorismo; y la tendencia de los escritores de ese tiempo a escribir únicamente en verso, la cual, por la estilización que preferían, cuajaba en composiciones que constituían verdaderos logogríficos de intelecto: se vestía a la idea con un ropaje enfarragoso, para luego gozar en desnudarla. Al respecto ha dicho un autor que "en tal época hablar claro era un pecado".
Sus obras no se han editado completas. Algunas piezas: Los Empeños de una Casa, Sonetos, Poesías Escogidas, Autos Sacramentales, etc., etc. han circulado intermitentemente, aisladas del grueso de su producción, algunas otras se han perdido. Un Compendio de Armonía Musical. "El Caracol".

domingo, 22 de marzo de 2009

El seminarista de los ojos negros


Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

__

Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.

__

Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
Él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.

__

Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

__

Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo
marciales arreos.

__

Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.

__

En una lluviosa mañana de inverno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.

__

Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.

__

La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.

__

Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.

__

La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.

__

Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...

____

Miguel Ramos Carrión



Reseña biográfica

(Zamora, 1845-Madrid, 1915) Comediógrafo español. Autor de una copiosísima producción en la que destacan comedias como Cada loco con su tema (1874) y, sobre todo, sus libretos de zarzuelas (La tempestad, 1882, con música de Chapí; El chaleco blanco, 1890; Agua, azucarillos y aguardiente, 1897, estas últimas con música de Chueca).

sábado, 21 de marzo de 2009

Rima


¿Que no hay alma? ¡Insensatos!
Yo la he visto: es de luz...
Se asoma a tus pupilas
cuando me miras tú.

__

¿Que no hay cielo? ¡Mentira!
¿Queréis verle? Aquí está.
Muestra, niña gentil,
ese rostro sin par,
y que de oro lo bañe
el sol primaveral.

__

¿Que no hay Dios? ¡Qué blasfemia!
Yo he contemplado a Dios...
En aquel casto y puro
primer beso de amor,
cuando de nuestras almas
las nupcias consagró.

__

¿Que no hay infierno? Sí, hay...
Cállate, corazón,
que esto bien, por desgracia,
lo sabemos tú y yo.

____

Rubén Darío



Reseña biográfica

Poeta nicaragüense nacido en Metapa, hoy Ciudad Darío, en 1867.
Fue, sin duda alguna, uno de los poetas hispanoamericanos que más decididamente cambió el rumbo de las letras hispánicas.
Publicó sus primeros versos a los once años, y a finales del siglo XIX, ya consagrado, publicó "Azul", obra con la que se inició «oficialmente» el Modernismo Hispanoamericano.
Al final de su vida se hundió en un ambiente bohemio, muriendo olvidado por todos en 1916.

viernes, 20 de marzo de 2009

El poeta (A Miguel Labordeta, mi hermano)


Él quiso ser
palabra sobre el río al amanecer,
y caminó
por viejas esperanzas que nadie entendió.
Dejó después
la mano entre las manos y se nos marchó
con un suave silencio
que el viento rompió.

__

Su gesto fue
dolido por el caminar
entre yerbas y piedras
y un extenso erial.

__

Su voz se ató
al yermo del paisaje y a la sangre en flor.
Se hizo pared
allí donde los muros cayeron tras él.
Su soledad
abrió por los caminos la necesidad
que levanta a los hombres
a la libertad.

__

Caminos son
abiertos por su fuerte voz
lanzada contra cierzo y sol
y contra tantos siglos de dolor.

____

José Antonio Labordeta



Reseña biográfica

Cantautor, profesor, escritor, presentador y político aragonés español nacido en 1935 en Zaragoza. Profesor de instituto en excedencia. Ha escrito libros de poesía, novela, viajes y cientos de artículos periodísticos. Ha presentado y escrito programas de radio y televisión, el último, doce documentales sobre la España rural "Un país en la mochila". Lúcido, escéptico, socarrón y melancólico, ha estado siempre en la lucha política. Fundador de la revista Andalán y del Partido Socialista de Aragón(PSA), se ha presentado varias veces a las elecciones por partidos de izquierda. Ha sido diputado de las Cortes de Aragón por la Chunta Aragonesista, cargo que abandonó al ganar un escaño con la misma formación en el Congreso de los Diputados en 1999.

jueves, 19 de marzo de 2009

El camino de las lágrimas


Citándonos, después de oscura ausencia,
tu alma se derretía en largo lloro,
a causa de quién sabe qué tesoro
perdido para siempre en tu existencia.

__

Junto a los surtidores, la presencia
semidormida de la tarde de oro,
decíate lo mucho que te adoro
y cómo era de sorda mi dolencia.

__

Pesando nuestra angustia y tu reproche,
toda mi alma se pobló de noche...
Y al estrecharte murmurando aquellas

__

remembranzas de dicha a que me amparo,
hallé un sendero matinal de estrellas,
en tu falda ilusión de rosa claro.

____

Julio Herrera y Reissig



Reseña biográfica

Poeta uruguayo nacido en 1875.
Proveniente de una familia ilustre venida a menos, padeció desde niño una afección cardíaca que lo llevó a una inadaptación a su entorno, circunstancias que explican en parte su temperamento neurótico.
Su poesía evolucionó del simple romanticismo al simbolismo y la escuela parnasiana, convirtiéndolo en uno de los seguidores del modernismo en Sur América junto a Leopoldo Lugones, Díaz Mirón y Jaimes Freyre, entre otros.
Dueño de un rico lenguaje, en ocasiones barroco, empleó con frecuencia
los temas oníricos, surrealistas y mágicos. Su madurez poética se conoció en buena parte después de su muerte ocurrida tempranamente en 1910.De su obra merecen destacarse: «Wagnerianas» en 1900, «Las pascuas del tiempo» en 1900, «Los maitines de la noche» en 1902, «Sonetos vascos» en 1906, «Los parques abandonados en 1908, «Clepsidras» en 1910 y «Los éxtasis de la montaña» publicados en 1913.