lunes, 13 de octubre de 2008

Como tantos otros


Como tantos otros quiero ponerme a tu servicio,
embriagarte con estos labios míos
que la aridez de los celos agrieta,
la palabra no sacia la sequedad ardiente de mi boca,
y sin ti, una vez más se deshabita el soñoliento aire.

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Los celos ya son sombras, pero tu luz me llama
y yo voy hacia ti lo mismo que el reo hacia el tormento,
ni amor, ni felicidad puedo darte por nombre,
han cambiado mi sangre por otra más violenta,
sólo un instante más, y le diré al vacío
que no es sino dolor cuanto de ti me llega.

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Lo mismo que una culpa me atenazas,
y hacia ti me atrae tu delicada boca de cereza
arrebatada de última dulzura,
vuelve donde te espero, tengo miedo si tú me faltas.

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Nunca te he deseado como ahora,
y todos mis deseos revierten luego en realidades,
los celos ya son sombras, pero tu luz me llama.

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Ossip Mandelstam