martes, 29 de noviembre de 2011

A unos celos



Pues estoy condenada,
Fabio, a la muerte, por decreto tuyo,
y la sentencia airada
ni la apelo, resisto ni la huyo.
óyeme, que no hay reo tan culpado
a quien el confesar le sea negado.

__

Porque te han informado,
dices, de que mi pecho te ha ofendido,
me has, fiero, condenado.
¿Y pueden, en tu pecho endurecido,
más la noticia incierta, que no es ciencia,
que de tantas verdades la experiencia?

__

Si a otros crédito has dado,
mátenme, Fabio, tus airados ojos;
si a otro cariño asisto,
asístanme implacables tus enojos;
y si otro amor del tuyo me divierte,
tú, que has sido mi vida, me des muerte.

__

Si a otro, alegre, he mirado,
nunca alegre me mires ni te vea;
si le hablé con agrado
eterno desagrado en ti posea;
y si otro amor inquieta mi sentido,
sácame el alma tú, que mi alma has sido.

__

Mas, supuesto que muero
sin resistir a mi infeliz suerte,
que me des sólo quiero
licencia de que escoja yo mi muerte;
deja la muerte a mi elección medida,
pues en la tuya pongo yo la vida.

__

No muera de rigores,
Fabio, cuando morir de amores puedo;
pues con morir de amores
tú acreditado y yo bien puesta quedo;
que morir por amor, no de culpada,
no es menos muerte, pero es más honrada.

__

Perdón, en fin, te pido
de las muchas ofensas que te he hecho
en haberte querido;
que ofensas son, pues son a tu despecho;
y con razón, te ofendes de mi trato,
pues que yo, con quererte, te hago ingrato.

____

Sor Juana Inés de la Cruz



Reseña biográfica

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca (México). Fue hija de padre vasco y madre mexicana. Tocóle en suerte vivir una época en que la literatura nacional era copia, más o menos fiel, de la española; culteranismo, estilo que se agudiza en gongorismo; y la tendencia de los escritores de ese tiempo a escribir únicamente en verso, la cual, por la estilización que preferían, cuajaba en composiciones que constituían verdaderos logogríficos de intelecto: se vestía a la idea con un ropaje enfarragoso, para luego gozar en desnudarla. Al respecto ha dicho un autor que "en tal época hablar claro era un pecado".
Sus obras no se han editado completas. Algunas piezas: Los Empeños de una Casa, Sonetos, Poesías Escogidas, Autos Sacramentales, etc…, han circulado intermitentemente, aisladas del grueso de su producción, algunas otras se han perdido. Un Compendio de Armonía Musical. "El Caracol".