martes, 7 de diciembre de 2010

Posesión luminosa


Igual que este viento, quiero
figura de mi calor
ser y, despacio, entrar
donde descanse tu cuerpo
del verano; irme acercando
hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto
latiendo en el aire: ser
figura del pensamiento
mío de ti, en su presencia;
abierta carne del viento,
estancia de amor en alma.

__

Tú -blando marfil de sueño,
nieve de carne, quietud
de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio
de tu cuarto. Y yo ir entrando
igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo
hasta cubrirte y, entero
quedarme ya así por dentro,
como el aire en un farol,
viéndose temblar, luciendo,
brillar en medio de mí,
encendiéndose en mi cuerpo,
iluminando mi carne
toda ya carne de viento.

____

Emilio Prados

Reseña biográfica

Poeta español nacido en Málaga. En 1914 se traslada a Madrid para ingresar en el Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes, donde conoce a Juan Ramón Jiménez, quien determinará su pronta orientación hacia la poesía. Más tarde en el grupo universitario de la Residencia forma parte del círculo de Moreno Villa, García Lorca, Dalí, Buñuel, Bello y Vicéns. Durante sus estancias juveniles en Suiza, Alemania y París conoce el ambiente cultural y vanguardista de los años veinte que influirá decisivamente en su obra. A su regreso a Málaga funda, junto a Manuel Altolaguirre, la revista Litoral y la Imprenta Sur, de cuyos talleres salen algunos de los mejores títulos de la poesía del 27. Su militancia en la causa republicana durante la guerra civil le lleva en 1939 al exilio en México, donde permanecerá hasta su muerte el 24 de abril de 1962. De este período son sus libros de poemas más importantes: Memoria del olvido, Jardín cerrado o Río natural. Otras obras suyas son, Tiempo (1925), Vuelta (1927) y Tres cantos (1937).