Yo he visto en los salones del Oriente,
el resplandor magnífico de plata,
de la Hostia enorme que al romper la noche
majestuosamente se levanta...
55
He visto el resplandor de las estrellas
sobre el cristal undívago del agua;
luciérnagas he visto entre las sombras
brillar con luz fantástica.
55
He visto, a los celajes de la luna,
sobre el temblor de las marinas aguas,
gemas, que fingen en la inquieta onda,
la fantasía de un ensueño nauta.
55
He visto fuegos fatuos en las noches
cruzar el tedio de la sombra opaca,
fingiendo en el misterio de las sombras
como brillantes lágrimas de plata.
55
Lo que no he visto ni en el cielo mismo,
en el encanto de sus noches claras,
es el prodigio de la luz que emerge
de tu pupila misteriosa y rara.
6666
Federico Bermúdez y Ortega
el resplandor magnífico de plata,
de la Hostia enorme que al romper la noche
majestuosamente se levanta...
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He visto el resplandor de las estrellas
sobre el cristal undívago del agua;
luciérnagas he visto entre las sombras
brillar con luz fantástica.
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He visto, a los celajes de la luna,
sobre el temblor de las marinas aguas,
gemas, que fingen en la inquieta onda,
la fantasía de un ensueño nauta.
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He visto fuegos fatuos en las noches
cruzar el tedio de la sombra opaca,
fingiendo en el misterio de las sombras
como brillantes lágrimas de plata.
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Lo que no he visto ni en el cielo mismo,
en el encanto de sus noches claras,
es el prodigio de la luz que emerge
de tu pupila misteriosa y rara.
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Federico Bermúdez y Ortega