Esperaré,
y en día no lejano,
cuando
se apiade mi contraria suerte
y me
depare el ósculo de muerte
que
ha de salvarme del contagio humano,
__
pienso
que tierra y cielo y océano
de
gozo temblarán... Y que yo, al verte,
caeré
de nuevo en tu regazo, inerte,
después
de traspasar el hondo arcano.
__
Mas
luego nuestras almas en un grito
de
amor se fundirán... Y un mismo anhelo
nos
llevará a los pies del Dios bendito;
__
y así
como esos astros de áureo vuelo
que
vagan de infinito en infinito,
volaremos
los dos de cielo en cielo.
__
Y en
unos eternos abrazos confundidos,
lejos
de las mundanas mezquindades,
oiremos,
en las altas claridades,
de la
angélica orquesta los sonidos.
__
Y
veremos con ojos sorprendidos
la
desaparición de las edades,
hasta
que el mundo, envuelto en tempestades,
caiga
en rotos fragmentos esparcidos.
__
Y
cuando en esa vida misteriosa
toda
mi sed de dicha se mitigue,
y tú
sientas la calma prodigiosa,
__
como
en el cielo todo se consigue,
tú
serás una estrella esplendorosa,
yo un
satélite tuyo... Que te sigue.
____
Julio
Flórez
Reseña biográfica
Poeta colombiano
nacido en Chiquinquirá en 1867.
Desde los diez años
comenzó a escribir versos. En 1884 se dio a conocer como poeta, pero la guerra
civil de 1885 lo obligó a suspender sus estudios y a viajar por diferentes
países.
De espíritu
democrático y liberal, se opuso con su palabra a toda dictadura. Fue un poeta
romántico hasta el exceso; sentimental, bohemio, sensible y sensitivo; ignoró
todas las escuelas, para cantar solamente lo que hervía en su corazón, sin
sujeción a dogmas ni gramáticas.
«Horas», «Cardos y
lirios» y «Fronda lírica», son sus obras más reconocidas.
Falleció en 1924.