Como
aquel que en soñar gusto recibe,
su
gusto procediendo de locura,
así
el imaginar con su figura
vanamente
su gozo en mí concibe.
__
Otro
bien en mí, triste, no se escribe,
si no
es aquel que en mi pensar procura;
de
cuanto ha sido hecho en mi ventura
lo
sólo imaginado es lo que vive.
__
Teme
mi corazón de ir adelante,
viendo
estar su dolor puesto en celada;
y así
revuelve atrás en un instante
__
a
contemplar su gloria ya pasada.
¡Oh
sombra de remedio inconstante,
ser
en mí lo mejor lo que no es nada!
____
Juan
Boscán
Reseña biográfica
Poeta español,
nacido en Barcelona en 1487 el seno de una familia catalana de letrados y
mercaderes, sirvió en las cortes de Fernando el Católico y Carlos I desde 1514,
y fue preceptor del duque de Alba. En 1539 abandonó la corte y se estableció en
Barcelona, y ese mismo año contrajo matrimonio con Ana Girón de Rebolledo; su
casa se convirtió en un centro de tertulia literaria.
A Juan Boscán se le
debe la introducción en la lírica castellana de la métrica y la versificación
italianas. La idea se la sugirió el embajador veneciano Andrés Navaggiero,
durante una conversación en Granada, y contó enseguida con la aprobación de
Garcilaso de la Vega, amigo de Boscán.
Las composiciones
de ambos, que aparecieron conjuntamente en 1543, en tres volúmenes, muestran la
evolución de la versificación castellana del primer libro de poemas a la ya
definitiva adopción de la métrica italiana en las poesías del segundo libro,
precedido por la carta a la duquesa de Somma, en la que expone y justifica su
elección y que constituye un auténtico tratado de poética renacentista.
Murió en su tierra
natal en 1542.