miércoles, 27 de enero de 2010

Gratia Plena


Todo en ella encantaba, todo en ella atraía
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar...
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era llena de gracia, como el Avemaría.
¡Quién la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

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Ingenua como el agua, diáfana como el día,
rubia y nevada como Margarita sin par,
el influjo de su alma celeste amanecía...
Era llena de gracia, como el Avemaría.
¡Quién la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

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Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.
Más que muchas princesas, princesa parecía:
Era llena de gracia como el Avemaría.
¡Quién la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

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Yo gocé del privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar
y cadencias arcanas halló mi poesía.
Era llena de gracia como el Avemaría.
¡Quién la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

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¡Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía;
pero flores tan bellas nunca pueden durar!
¡Era llena de gracia, como el Avemaría,
y a la Fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió... Como gota que se vuelve a la mar!

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Amado Nervo



Reseña biográfica

Poeta mexicano nacido en Tepic, Nayarit en 1870.
En su juventud quiso ser clérigo, pero muy pronto se vio atraído por los variados estímulos de la vida, los viajes, los amores y la misma poesía. Su iniciación estética fue marcada por el influjo de Gutiérrez Nájera y de los grupos que se congregaban alrededor de «La revista azul» y «Revista moderna», en cuyas páginas se desbordaba todo el ímpetu del modernismo americano.
Entre el conjunto de su creación, se destacan sus libros «Serenidad» «Elevación», «Plenitud» y «La amada inmóvil».
Falleció en Montevideo, Uruguay en 1919.