Ala y raíz: la eternidad es eso.Y aquí, de frente al mar, en la ribera,
la vida es como un fruto que cayera
de un alto gajo, por su propio peso.
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Ala y raíz. Y el ala, sin regreso,
a la raíz, con sed de primavera:
que así el confín de la emoción viajera
duerme a la sombra del follaje espeso.
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(El mar corre descalzo por la arena.
Mi corazón ya casi es sólo mío.
El ancla está aprendiendo a ser antena
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y el latido unicorde se hace escala.
Después, libre del tiempo, en el vacío,
Así: ¡mitad raíz y mitad ala!)
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José Ángel Buesa
