Alguien trajo una rosa
hace ya algunos días, y con ella
trajo también algo de luz,
yo la puse en un vaso y poco a poco
se ha apagado la luz y se apagó la rosa.
Y ahora miro esa flor
igual que la miraron los poetas barrocos,
cifrando una metáfora en su destino breve:
tomé la vida por un vaso
que había que beber
y había que llenar al mismo tiempo,
guardando provisión para días oscuros;
y si ese vaso fue la vida,
fue la rosa mi empeño para el vaso.
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Y he buscado en la sombra de esta tarde
esa luz de aquel día, y en el polvo
que es ahora la flor, su antiguo aroma,
y en la sombra y el polvo ya no estaba
la sombra de la mano que la trajo.
Y ahora veo que la dicha, y que la luz,
y todas esas cosas que quisiéramos
conservar en el vaso,
son igual que las rosas: han sabido los días
traerme algunas, pero
¿qué quedó de esas rosas en mi vida
o en el fondo del vaso?
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Vicente Gallego
Reseña biográfica
Escritor español nacido en Valencia en 1963. Tras abandonar sus estudios en Filosofía y Letras tuvo que desempeñar los más diversos trabajos, desde mensajero o trabajador en el Vertedero de Residuos Tóxicos Urbanos de Dos Aguas a portero y bailarín. Empezó a cultivar una poesía muy influenciada por Cernuda y Blas de Otero, entre otros muchos. En 1987 obtuvo el premio Rey Juan Carlos I por La luz, de otra manera. En 1990 el Premio a la Creación Joven de la Fundación Loewe por Los ojos del extraño y en 1995 el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla por La plata de los días. Su poemario Santa deriva obtuvo el prestigioso premio Loewe en 2001, en el que es el hito más importante de su carrera. Otro libro suyo, publicado en 2003, es El sueño verdadero. Su poética ha sido traducida a varios idiomas, incluyendo el italiano, el francés, el portugués, el húngaro y el búlgaro.