De mirarte tanto y tanto,
de horizonte a la arena,
despacio,
del caracol al celaje,
brillo a brillo, pasmo a
pasmo,
te he dado nombre; los ojos
te lo encontraron, mirándote.
Por las noches,
soñando que te miraba,
al abrigo de los párpados
maduró, sin yo saberlo,
este nombre tan redondo
que hoy me descendió a los
labios.
Y lo dicen asombrados
de lo tarde que lo dicen.
¡Si era fatal el llamártelo!
¡Si antes de la voz, ya
estaba
en el silencio tan claro!
¡Si tú has sido para mí,
desde el día
que mis ojos te estrenaron,
el contemplado, el constante
Contemplado!
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Pedro Salinas
Reseña biográfica
Poeta español nacido en Madrid en 1891 y fallecido en Boston en
1951.
Estudió Derecho y Filosofía y Letras. Fue profesor en las
universidades de La Sorbona
y Cambridge y conferencista en varias Universidades de América donde vivió
desde 1936.
Está considerado como uno de los grandes exponentes de la Generación del 27.
De su obra poética se destacan, «Presagios», «Razón de amor» y
«Largo lamento».