Burlando
con frecuencia el vasallaje
de la
tutela familiar en juego,
nos
dimos citas, a favor del ciego
azar,
en el jardín, tras el follaje...
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Frufrutó
de aventura tu aéreo traje,
sugestivo
de aromas y de espliego...
Y
evaporada entre mis brazos, luego,
soñaste
mundos de arrebol y encaje...
__
Libres
de la zozobra momentánea
-sin
recelarnos de emergencia alguna-
en
los breves silencios, oportuna
__
te
abandonabas a mi fe espontánea;
y
sobre un muro, al trascender, la luna
nos
denunciaba en frágil instantánea.
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Julio Herrera y Reissig
Reseña biográfica
Poeta uruguayo nacido en 1875.
Proveniente de una familia ilustre venida a menos, padeció desde
niño una afección cardíaca que lo llevó a una inadaptación a su entorno,
circunstancias que explican en parte su temperamento neurótico.
Su poesía evolucionó del simple romanticismo al simbolismo y la
escuela parnasiana, convirtiéndolo en uno de los seguidores del modernismo en
Sur América junto a Leopoldo Lugones, Díaz Mirón y Jaimes Freyre, entre otros.
Dueño de un rico lenguaje, en ocasiones barroco, empleó con
frecuencia los temas oníricos, surrealistas y
mágicos. Su madurez poética se conoció en buena parte después de su
muerte ocurrida tempranamente en 1910.
De su obra merecen destacarse: «Wagnerianas»
en 1900, «Las pascuas del tiempo» en 1900, «Los maitines de la noche» en 1902,
«Sonetos vascos» en 1906, «Los parques abandonados en 1908, «Clepsidras» en
1910 y «Los éxtasis de la montaña»
publicados en 1913.