Mujer
de inteligencia peregrina
y
corazón sublime de cristiana,
fue
más divina cuanto más humana
y más
humana cuanto más divina.
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Hasta
el impío ante tu fe se inclina
y
adora la grandeza soberana
de la
egregia doctora castellana,
de la
santa mujer y la heroína.
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¡Oh
mujer! Te dará la humana historia
la
gloria que por sabia merecieres;
mas
con el mundo acabará esa gloria,
__
que
por ser terrenal no es sempiterna.
¡Tú,
Teresa de Ahumada, al cabo mueres!
¡Teresa
de Jesús, tú eres eterna!
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José
María Gabriel y Galán
Reseña biográfica
Poeta español
nacido en Frades de la Sierra ,
Salamanca, en 1870. Hijo de labradores, fue a su vez labrador tras de haber
ejercido la profesión de maestro, que abandonó al contraer matrimonio. Su
consagración como poeta arranca de 1901, cuando en los Juegos Florales
celebrados en Salamanca fue galardonado con la flor natural por su composición
El ama.
Grandes escritores
de aquel tiempo, como Emilia Pardo Bazán, Pereda, Unamuno y Maragall, en pleno
auge del costumbrismo literario regionalista, contribuyeron a su rápido
encumbramiento. Posteriormente, la crítica le ha regateado méritos, aunque
sigue siendo uno de los poetas españoles más leídos. Cantó las tierras y las
gentes de Salamanca y Extremadura, en una poesía realista, a veces monótona,
pero que dio clara y musical expresión a sentimientos muy arraigados en la
conciencia colectiva de su país. En ello reside uno de sus principales méritos,
pues, como dice Gerald Brenan, es "uno de los pocos escritores de esta
nación de campesinos que siente verdaderamente la vida del campo".
Cabe advertir en su
poesía influjos de la escuela poética salmantina, de Espronceda, Zorrilla, José
Asunción Silva y Vicente Medina. Los "Aires murcianos" de este último
fueron los que, según Unamuno, le sugirieron a Gabriel y Galán sus
composiciones en dialecto extremeño, entre las más famosas de las cuales
figuran "El embargo" y "El Cristu benditu".
Murió en Guijo de
Granadilla, Cáceres, en 1905.