miércoles, 10 de noviembre de 2010

Acabar con todo


Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

__

Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

__

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.

__

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.

__

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.

____

Octavio Paz

Reseña biográfica

Poeta y ensayista mexicano nacido en Mixcoac, Ciudad de México en 1914.
Es un poeta de todas las horas. Prevalece en sus poemas la madurez del día, madurez gozosa que se identifica con el encuentro y el abrazo nupcial de la pareja. Paz, es el poeta de las nupcias: en sus textos líricos copulan el cielo y la tierra, el hombre y la mujer, los animales, los astros, las plantas, las palabras, y copulan alegre y satisfactoriamente. A través del amor y el erotismo, Paz descubre y puebla un mundo en el que el hombre y la mujer luchan, se despedazan y surgen nuevamente de sus cenizas.
En 1990 obtuvo el Premio Nobel de Literatura como reconocimiento por su obra.
Entre sus libros más destacados, se encuentran «El Laberinto de la Soledad»,
«El Arco y la Lira», «Águila o Sol» y «Libertad bajo Palabra».
Falleció en 1998.