lunes, 29 de noviembre de 2010

¡Qué pena...!



¡Qué pena si este camino fuera de muchísimas leguas
y siempre se repitieran
los mismos pueblos, las mismas ventas,
los mismos rebaños, las mismas recuas!

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¡Qué pena si esta vida tuviera
-esta vida nuestra-
mil años de existencia!
¿Quién la haría hasta el fin llevadera?
¿Quién la soportaría toda sin protesta?
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos poetas!

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¡Qué pena, que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!

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León Felipe


Reseña biográfica

Nace en 1884 en Tábara, pueblo de Zamora, hijo de un notario. Su verdadero nombre era Felipe Camino Galicia de la Rosa. Pertenecía a una burguesía acomodada. Estudió farmacia (llegó a tener una botica) pero renunció muy pronto a esa vida que él consideraba monótona y en cierto sentido privilegiada, para ejercer su libertad embarcándose en aventuras que le acercaran a sus semejantes.
En su juventud viaja por España como actor de una compañía ambulante, más tarde pasa tres años en la cárcel, acusado de haber realizado un desfalco. Con su primer amor, una chica peruana llamada Irene Lambarri que conoció en Valmaseda (Vizcaya), sienta un poco la cabeza y se radica con ella en Barcelona, pero al poco tiempo se separan y León Felipe decide ir a la capital de España, probablemente ya con la idea de dedicarse a la poesía. En Madrid vive una bohemia prostibularia y miserable que le lleva incluso a pasar algunas noches en las antiguas pensiones donde se permite dormir a los menesterosos sentados en un banco y apoyando la cabeza en una soga que sueltan a primera hora de la mañana.