sábado, 13 de noviembre de 2010

Canción de amor para después de la vida


Tú que me miras, tú que me ves aquí
en la tierra
como en la tierra soy,
como en la tierra estoy sin merecerte,
tú, pequeña verdad humana mía,
aquí sin merecerte, sin merecer tu humana luz,
tu belleza tranquila y delicada,
fugaz y delicada como una luz tranquila,
capaz, ay,
de envejecer y de morir también;
tú, sí, a quien he llegado
tan tarde ya, sin merecer ese sosiego ya
de tu pura belleza,
¿podré entonces, de pronto
encontrarme a tu lado revestido de aquello que quisiera
para mí junto a ti?
¿Podré ser digno entonces de ti entonces,
y dignamente estar como quisiera estar:
dignamente a tu lado, mereciendo
continuamente lo que eres
ahora para mí,
en esta tarde en que tú estás sentada
al lado mío contemplando
con tristeza mi rostro,
que ha empezado quizá,
tan pronto,
a envejecer...?

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Carlos Bousoño

Reseña biográfica

Poeta español nacido en Boal, Asturias en 1923.
Su adolescencia transcurrió en Oviedo y posteriormente, en Madrid, se doctoró en Filología Romántica.
Fue profesor en EE.UU. y conferencista en varias universidades hispanoamericanas. Es crítico, ensayista y autor de diversas obras de investigación literaria.
Fue premio «Fastenrath» y «Premio Nacional de Literatura» en 1977. Es miembro de la Real Academia Española desde 1980.
Autor de varios ensayos y una extensa obra poética en la que se destacan: «Subida del amor» 1945, «Primavera de la muerte» en 1946, «Hacia otra luz» en 1950, «Noche del sentido» en 1957 e «Invasión de la realidad» en 1962.