viernes, 23 de septiembre de 2011

Amar y querer



A la infiel más infiel de las hermosas
un hombre la quería, y yo la amaba;
y ella a un tiempo a los dos nos encantaba
con la miel de sus frases engañosas.

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Mientras él, con sus flores venenosas,
queriéndola, su aliento emponzoñaba,
yo de ella ante los pies, que idolatraba,
acabadas de abrir echaba rosas.

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De su favor ya en vano el aire arrecia;
mintió a los dos, y sufrirá el castigo
que uno la da por vil, y otro por necia.

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No hallará paz con él, ni bien conmigo:
él, que sólo la quiso, la desprecia;
yo, que tanto la amaba, la maldigo.

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Ramón de Campoamor




Reseña biográfica

Poeta español nacido en Navia, Asturias, en 1817. Gozó, en su tiempo, de gran estima y popularidad. Su obra, no obstante, no superó la revisión de valores efectuada por las generaciones del modernismo y la del 98. En cambio, refleja fielmente las corrientes intelectuales de la época, tales como el positivismo o el tradicionalismo religioso.
Aficionado a la Medicina, se matriculó en el Colegio de San Carlos, pero no tardó mucho tiempo en revelarse en Campoamor su verdadera vocación de poeta; abandonó los estudios académicos, decidido a consagrarse a la Literatura. Se pasaba largas horas en la Biblioteca Nacional leyendo y estudiando las obras de los clásicos españoles y universales. Mientras tanto frecuentaba las tertulias literarias y se había dado a conocer con la publicación de algunas poesías que merecieron elogios.
Sus primeras obras fueron un tomo de Fábulas y otros dos titulados Ternezas y flores (1840) y Ayes del alma (1842). Eran versos fáciles y sentimentales que valieron a nuestro autor el dictado de "poeta de las damas". Muy joven aún, manifestó sus ideas políticas con la publicación de una serie de cuadernos que tituló Historia crítica de las Cortes reformadoras (1837). Pronto entró en la carrera burocrática; se adscribió al partido moderado de Romero Robledo y desde tal posición luchó contra los fundamentos del partido democrático de Castelar. A fines de 1847, el conde de San Luis le nombró jefe político de Castellón de la Plana, y más tarde fue gobernador civil de Alicante y de Valencia (1584).
Murió en Madrid, en 1901.