martes, 9 de abril de 2013

Perdí mi corazón...



Perdí mi corazón -¿lo habéis hallado,
ninfas del valle en que penando vivo?-
Ayer andando solo y pensativo,
suspirando mi amor por este prado.

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Él huyó de mi pecho desolado
como el rayo veloz, y tan esquivo
que yo grité: “Detente, ¡oh fugitivo!”
Y ya no lo vi más por ningún lado.

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Si no lo conocéis, como en un ara
arde en él una hoguera, y cruda herida
por víctima de Silvia lo declara.

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Dadlo, por vuestro bien, que esa homicida
lo hizo tan infeliz que donde para
mi corazón, ya no hay placer ni vida.

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Juan Bautista Arraiza



Reseña biográfica

Natural de Madrid (1770 – 1837). Asistió al Real Seminario de Nobles y su carrera discurrió entre la marina y la diplomacia. Estuvo como delegado en Londres durante cierto tiempo. Pero la mayor parte de su vida activa la pasó en Madrid, cerca de la corte. Fue un defensor vigoroso del rey Fernando VII y ferviente anticonstitucional.
En vista de la fidelidad al rey, éste le nombró “poeta oficial” de la corte. Mucha de su poesía fue escrita precisamente de acuerdo a las circunstancias del ambiente en que vivió: canciones para bautizos, bodas, defunciones y celebraciones cortesanas.