Nadie
lo sabe y lo dice:
sólo
tú por mi secreto,
¿Con
qué llave penetraste
por
la cárcel de mi sueño?
Teníamos
la frontera:
una
almohada de por medio
y de
pronto, enredadera
que
va alzándose del suelo,
le
diste alcance a mi sombra
y se
iluminó el momento.
Está,
bien, mucho mejor.
Así
nos sabrán más frescos
los
abrazos, ya no queda
vallado
entre los dos huertos.
Si
alzábamos ese muro
fue
por gusto de romperlo
después,
que sabe mejor
lo
que antes tuvo misterio.
Cada
noche, colocaba
en
tus manos el llavero.
Mira
si lo deseaba,
y ya
me estaba doliendo
que
tú supieras de mí
todo,
y un poquito menos.
Mi
secreto ya no era
ni la
sombra de un secreto.
Con
tu amor, subió hacia arriba,
flotaba
como algo muerto
sobre
mi mar porque tú
alzaras
después su peso:
y ya
ni pesa siquiera.
Casi
vuela, al extenderlo
como
una sábana limpia
debajo
de nuestros cuerpos.
Nos
hizo cómplices. Puso
su
sal, bajo nuestros besos
y que
el mundo pareciese
recién
estrenado, nuevo.
Que
yo no quiero tener
-ay,
amor, que no quiero tenerlo-,
que
no quiero conservar
ni
siquiera un pensamiento
con
las raíces antiguas
clavándose
en el pecho.
____
Pilar
Paz Pasamar
Reseña biográfica
Poetisa
española nacida en Jerez de la
Frontera en 1933. A los dieciocho años publicó su primer libro
de poesía, Mara. Es miembro de la Real Academia Hispanoamericana de Letras y de la
de Ciencias de San Dionisio de Jerez.