«Dime, Padre común, pues eres justo,
¿por qué ha de permitir tu providencia,
que, arrastrando prisiones la inocencia,
suba la fraude a tribunal augusto?
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¿Quién da fuerzas al brazo, que robusto
hace a tus leyes firme resistencia,
y que el celo, que más la reverencia,
gima a los pies del vencedor injusto?
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Vemos que vibran victoriosas palmas
manos únicas, la virtud gimiendo
del triunfo en el injusto regocijo».
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Esto decía yo, cuando, riendo,
celestial ninfa apareció, y me dijo:
«¡Ciego!, ¿es la tierra el centro de las almas?».
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Bartolomé Leonardo De Argensol
¿por qué ha de permitir tu providencia,
que, arrastrando prisiones la inocencia,
suba la fraude a tribunal augusto?
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¿Quién da fuerzas al brazo, que robusto
hace a tus leyes firme resistencia,
y que el celo, que más la reverencia,
gima a los pies del vencedor injusto?
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Vemos que vibran victoriosas palmas
manos únicas, la virtud gimiendo
del triunfo en el injusto regocijo».
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Esto decía yo, cuando, riendo,
celestial ninfa apareció, y me dijo:
«¡Ciego!, ¿es la tierra el centro de las almas?».
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Bartolomé Leonardo De Argensol
Reseña biográfica
Poeta español nacido en Barbastro, 1562. Fue rector de la capilla de los duques de Villahermosa y capellán de la emperatriz María de Austria. Como su hermano Lupercio, pasó a Italia con el duque de Lemos. Sus obras, publicadas por su sobrino en las Rimas (1634), merecieron el elogio de Lope de Vega. Como en los poemas de su hermano, predomina el clasicismo y la tendencia moral, alejada de todo culteranismo. También fue autor, entre otras prosas, de la Conquista de las islas Molucas (1609) y de una continuación de los Anales de Aragón, de Zurita (1630).
Murió en Zaragoza, 1631.
Poeta español nacido en Barbastro, 1562. Fue rector de la capilla de los duques de Villahermosa y capellán de la emperatriz María de Austria. Como su hermano Lupercio, pasó a Italia con el duque de Lemos. Sus obras, publicadas por su sobrino en las Rimas (1634), merecieron el elogio de Lope de Vega. Como en los poemas de su hermano, predomina el clasicismo y la tendencia moral, alejada de todo culteranismo. También fue autor, entre otras prosas, de la Conquista de las islas Molucas (1609) y de una continuación de los Anales de Aragón, de Zurita (1630).
Murió en Zaragoza, 1631.