Hazme soñar... ¡Soñar, Señor,
soñar!
¡Hace tiempo que no sueño!
Soñé que iba una vez -cuando
era niño todavía,
al comienzo del mundo-
en un caballo desbocado por
el viento,
soñé que cabalgaba,
desbocado, en el viento...
Que era yo mismo el viento...
Señor, hazme otra vez soñar
que soy el viento,
el viento bajo la Luz , el viento traspasado por la Luz ,
el viento deshecho por la
luz,
el viento fundido por la luz,
el viento.., hecho Luz...
Señor, hazme soñar que soy la
Luz...
Que soy Tú mismo, parte de mí
mismo...
Y guárdame, guárdame dormido,
soñando, eternamente soñando
que soy un rayito de Luz de
tu costado.
____
León Felipe
Reseña biográfica
Nace en 1884 en Tábara, pueblo de Zamora, hijo de un notario. Su
verdadero nombre era Felipe Camino Galicia de la Rosa. Pertenecía
a una burguesía acomodada. Estudió farmacia (llegó a tener una botica) pero
renunció muy pronto a esa vida que él consideraba monótona y en cierto sentido
privilegiada, para ejercer su libertad embarcándose en aventuras que le
acercaran a sus semejantes.
En su juventud viaja por España como actor de una compañía
ambulante, más tarde pasa tres años en la cárcel, acusado de haber realizado un
desfalco. Con su primer amor, una chica peruana llamada Irene Lambarri que
conoció en Valmaseda (Vizcaya), sienta un poco la cabeza y se radica con ella
en Barcelona, pero al poco tiempo se separan y León Felipe decide ir a la
capital de España, probablemente ya con la idea de dedicarse a la poesía. En
Madrid vive una bohemia prostibularia y miserable que le lleva incluso a pasar
algunas noches en las antiguas pensiones donde se permite dormir a los menesterosos
sentados en un banco y apoyando la cabeza en una soga que sueltan a primera
hora de la mañana.