Sentirás una noche de repente
tibio temblor que sobre ti resbala.
No es el roce de un ángel con el ala,
sino mis labios al besar tu frente.
__
¡Cómo me sorprendió la mansedumbre
de tus manos rozando mis mejillas!
Haz de esa iniciativa una costumbre,
yo seré el río, y tú las dos orillas.
__
Me acercaré a tu espalda con ternura
reclinando en el hombro mi barbilla,
rozaré suavemente tu mejilla,
y anudarán mis brazos tu cintura.
__
Me esperabas con alma descubierta,
y el alma entera con pasión te di.
Me entreabriste tu más secreta puerta,
y mi puerta secreta yo te abrí.
Mi vida estaba estéril y desierta,
y entraste en ella cuando entré yo en ti.
Y sólo quiero al verme en tu mirada,
tenerte para siempre penetrada.
____
Francisco Álvarez
tibio temblor que sobre ti resbala.
No es el roce de un ángel con el ala,
sino mis labios al besar tu frente.
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¡Cómo me sorprendió la mansedumbre
de tus manos rozando mis mejillas!
Haz de esa iniciativa una costumbre,
yo seré el río, y tú las dos orillas.
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Me acercaré a tu espalda con ternura
reclinando en el hombro mi barbilla,
rozaré suavemente tu mejilla,
y anudarán mis brazos tu cintura.
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Me esperabas con alma descubierta,
y el alma entera con pasión te di.
Me entreabriste tu más secreta puerta,
y mi puerta secreta yo te abrí.
Mi vida estaba estéril y desierta,
y entraste en ella cuando entré yo en ti.
Y sólo quiero al verme en tu mirada,
tenerte para siempre penetrada.
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Francisco Álvarez