Quisiera
esta tarde divina de octubre
pasear
por la orilla lejana del mar;
que
la arena de oro, y las aguas verdes,
y los
cielos puros me vieran pasar.
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Ser
alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como
una romana, para concordar
con
las grandes olas, y las rocas muertas
y las
anchas playas que ciñen el mar.
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Con
el paso lento, y los ojos fríos
y la
boca muda, dejarme llevar;
ver
cómo se rompen las olas azules
contra
los granitos y no parpadear;
ver
cómo las aves rapaces se comen
los
peces pequeños y no despertar;
pensar
que pudieran las frágiles barcas
hundirse
en las aguas y no suspirar;
ver
que se adelanta, la garganta al aire,
el
hombre más bello, no desear amar...
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Perder
la mirada, distraídamente,
perderla
y que nunca la vuelva a encontrar,
y,
figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme
el olvido perenne del mar.
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Alfonsina
Storni
Reseña biográfica
Nació en Capriasca, Suiza, en 1892, pero desde los cuatro años
fue llevada a Argentina, país que la acogió con su nacionalidad.
Desde muy niña empezó a trabajar como maestra, haciendo sus
primeros pinos como poetisa bajo el pseudónimo de TaoLao.
Obtuvo importantes premios literarios que la hicieron conocer ampliamente
en todos los países latinoamericanos, destacándose entre sus obras,
«Languidez», «El dulce daño» y «La inquietud del rosal».
Se quitó la vida en 1938.