miércoles, 3 de noviembre de 2010

Tu cuerpo


Sólo yo sigo el movimiento
sensual de tu boca.
Tan sólo para mí
eres la más hermosa de todas.
Solamente yo en toda esta ciudad,
perdido entre la gente, busco tu rostro.
Todas las calles me llevan
sin darme cuenta hacia tus ojos,
todos mis deseos como un río
desembocan en tu cuerpo,
en tu cálido y mediterráneo cuerpo.
Tu cuerpo, que no es distinto a otros cuerpos
y sin embargo... es tan distinto,
tal vez... porque únicamente yo conozco
los secretos que guarda tu cuerpo...
Fértil como la buena tierra,
generoso, como un buen vino,
fresco como el aire de la sierra
abundante, como el verde en primavera,
tu cuerpo..., claro como la luz del día,
misterioso como la noche oscura,
oloroso como un manzano,
inquietante como el mar revuelto.
¡Cuántas veces he navegado por ese mar,
sin haber naufragado nunca!
Y no lo digo por jactancia.

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Conozco tu cuerpo como la palma de mi mano,
como el jardinero los nombres de las plantas,
como el alfarero la arcilla que moldea,
como su antiguo oficio el artesano
y los siete mares el viejo marinero.
Lo conozco por dentro y por fuera,
de norte a sur, me lo sé de memoria,
sendero por sendero, colina por colina,
bosque por bosque, monte por monte,
como una lección de geografía;
lo conozco como el poema que más me gusta,
me lo sé de memoria.
Tu cuerpo, milagroso como las manos de un cirujano.

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Gian Franco Pagliaro

Reseña biográfica

Poeta, declamador y cantante italiano, nacido en Nápoles en 1941.
Comenzó como cantante, oficio muy reñido en esa época así que en 1956 viajó a Buenos Aires, Argentina, tenía apenas 15 años de edad. Pronto se hizo conocer por su talento, poseedor de una voz de barítono y un delicioso sabor napolitano rápidamente escalo los peldaños de la fama, Así que podemos decir que es un Italiano con corazón argentino.
En 1970 gano el festival de Buenos Aires con “Las cosas que me alejan de ti”.
Ha musicalizado los poemas de Martí, Rubén Darío y Neruda.
Según sus declaraciones, tiene varias colecciones, entre ellas de “Afectos”, recuerdos, emociones, palabras en desuso, canciones olvidadas; y también la manía de abrirle la jaula a los pájaros; cortar alambradas, saltar paredes, y escribir en los muros.